lunes, 12 de septiembre de 2011

Aguilar, Adán (Guatemala, 1954)


Adán Aguilar (Quetzaltenango, 1954) es un pintor serio, como pocos en Guatemala. El oficio que posee en grado sumo está en función de las exigencias de su pensamiento pictórico; y este se mueve, desde hace varias décadas, alrededor del tema de la identidad cultural que, como fundamento y origen de su pintura, se plantea como pregunta y se desarrolla como conflicto vivencial y como búsqueda consciente en lo que, a falta de mejor término, llamaremos las raíces: el pasado precolombino, el mestizaje, la religión, la pervivencia de lo colonial, entendidos como grandes fuerzas o núcleos de significación que disputan en el espacio de sus cuadros el papel protagónico de modeladores y moduladores de una expresión profundamente reflexionada que pretende tener un alcance identitario y comunicativo lo más amplio posible.


Nada hay de gratuito e improvisado en la pintura de Adán Aguilar. Los grandes temas que desarrolla han sido objeto de profundas investigaciones históricas y, sobre todo, formales y estilísticas. La diversidad de técnicas pictóricas de las que se vale para mostrar sus hallazgos no es nunca un alarde de solvencia técnica sino la utilización estratégica de un recurso para apuntalar la expresividad de una imagen. Por ejemplo, recurre a la encáustica por el tipo de empastado que produce y por el olor que despide la cera y porque ambos, el empaste y el olor, tienen que ver con la atmósfera religiosa que recrea en algunas de sus obras. La experimentación, si es que la hay, es en todo caso una etapa previa y preparatoria, pues los cuadros que finalmente llegan al espectador tienen siempre el carácter de definitivo de quien, después de haberlo meditado mucho, sabe muy bien lo que quiere decir.


Atendiendo al significado profundo de su pintura, se puede decir que Adán Aguilar es pintor de un solo tema que posee, sin embargo, inagotables facetas. Como ya dijimos, el tema de la identidad es, sobre todo para los guatemaltecos, antes que un motivo para desahogos líricos y nacionalistas, origen de desconciertos y conflictos y, pensándolo bien, el hilo conductor de algo así como la historia de la ideas en el campo del arte y la cultura guatemaltecas. La persistencia de ese tema en el quehacer artístico de Adán Aguilar le da al conjunto de su obra un sentido de desarrollo orgánico en lo que se refiere a la profundidad y el alcance de sus meditaciones y también en el sentido del creciente enriquecimiento y solidez de su lenguaje pictórico que, ahora, luego de varias décadas, le permite encarar los aspectos más sutiles y herméticos de su crucial tema y comunicarlos de una forma poética muy efectiva.

Luego de una estadía en Europa, que quizás le abrió otra perspectiva para enfocar su sempiterno tema, su obra parece centrarse en la persistencia y permanencia del mito no sólo en los vestigios de la cultura indígena precolombina sino propiamente el mito de lo precolombino en la definición de una esencia de lo guatemalteco. Recuérdese que el mito es la primera respuesta que se da el ser humano a la cuestión siempre angustiante de su ser en el mundo; es más, la respuesta mítica, que aparece antes de que se plantee tal cuestión, es propiamente lo que abre al mundo como mundo en el que el hombre puede encontrar y desarrollar su ser.

Adán Aguilar, pintor autodidacta con formación de arquitecto, sabe muy bien lo que significa el espacio, la ocupación del espacio vital mejor dicho. Pero el mito no ocupa un espacio sino más bien crea una atmósfera dentro de la cual la "verdad" de lo que sucede en el mito es absoluta: no es una creencia ni un artículo de fe, sino propiamente una verdad que no admite dudas. Los grandes espacios que se abren en la obra más reciente de este pintor fundamental son una metáfora de esa atmósfera en la que el mito no sólo es verdad sino que abre y fundamenta el mundo de la realidad cotidiana y le da a todas las cosas un espesor o una resonancia significativa.

Por ejemplo, el simple acto de elevar un barrilete es, en la atmósfera mítica de los cuadros de Adán Aguilar y de la cultura guatemalteca, una manera de mantener comunicación con los orígenes, aunque sus "barrilenautas" tengan también el carácter trágico del mito de Ícaro. También la atmósfera mítica es el espacio donde residen los dioses y donde desarrollan sus actividades de crear y jugar, de manera que el espacio de los cuadros de Adán Aguilar también alude metafóricamente al juego y a la creación divinas que, del lado de sus cuadros, le dan sentido a los juegos y las creaciones de los humanos y los inscriben dentro de un ciclo misterioso.

Considero que a la obra de Adán Aguilar no se le ha prestado la atención que merece. Su tema es fundamental para la cultura guatemalteca y su manera de desarrollarlo es lúcido y consecuente.

Juan B. Juárez.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Robles, Osmundo (Guatemala, 1,954-2,007)


Estudió en La Escuela Nacional de Artes Plasticas (ENAP)

Tuvo varias exposiciones Personales y Colectivas en Guatemala, Antigua Guatemala y Austria.

Ganador de la rama de pintura, con la obra titulada “Construyendo la Paz”, en el Primer Certámen de Arte por La Paz 2,003.

Segundo lugar en el Salón Nacional de Acuarela; Glifo de Bronce en la VI Bienal de Arte Paiz.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Rodríguez, Carlos (Guatemala, 1954)




Un gran acuarelista, nacido el 28 de noviembre de 1954. Estudio en la Escuela de Artes de Guatemala.


Desde 1985 es maestro en la Escuela Nacional de Artes Plasticas del Ministerio de Cultura, fue tambien maestro de la escuela Max Saravia Gual y la Universdad Popular.


Estudió en la Escuela Municipal de Arte al Aire Libre Max Saravia Gual.


 Ha participado en varios certámenes de la plástica nacional. Ha realizado exposiciones personales y colectivas en Guatemala y el extranjero.


También ha impartido clases para estudiantes de arquitectura, ingeniería, pintura y diseño gráfico.




Fernández, José Antonio (Guatemala, 1951)





Profesor de Comunicación Gráfica, UFM, Estudios de Diseño Gráfico en la Universidad E.T.H., Zurich, Suiza, Arquitecto de Universidad Rafael Landivar, Estudios y talleres diversos de arte, pintura y fotografíaenAlemania, España, Inglaterra y Guatemala.

Exposiciones: Ha participado en 16 exposiciones individuales en Italia, Guatemala, España además cuenta con 18 exposiciones colectivas en todo el mundo.

Colecciones: Banco Exterior de España en Guatemala, Banco Internacionales, Cruz Roja Int ...ernacional, Hotel Camino Real, Carlos Woods, Museo Nacional de Arte Contemporáneo, Casa del Reloj, Consulado de Guatemala en Milán, Italia, Colección Colgate-Palmolive, Panamá.

Premios: Premio Certamen Centroamericano de Pintura "Francisco Morazán", Honduras 1993. Glifo de Plata, VII Bienal de Arte Paiz, 1990; Pertenece a colecciones privadas en Italia, España, Panamá y Guatemala.

Urrutia, Alejandro (Guatemala 1951)




Nació el 10 de mayo de 1951.

Efectuó estudios en Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Es uno de los representativos de la pintura de vanguardia con estilo suelto y sugerente por múltiples interpretaciones de la figura humana.

Expresionista figurativo.
Lleva más de 40 años madurando su obra en tinta, acuarela, oleo, acrílico.
Desde 1970 ha venido exponiendo, colectivas, galerías y espacios distintos.  Parte de su obra pertenece a colecciones privadas como la del Banco de Guatemala, Galería Bacardì en Miami, Alemania, Holanda, España, Estados Unidos, Centro América.

“Alejandro Urrutia no pretende ser original, es original”.

Su capacidad de síntesis lo hace propietario de un extenso inventario de sugerencias creativas de gran calidad plástica.

El camino transitado por Urrutia no ha sido ambiguo ni incoherente, ha sido una ruta trazada con la convicción de un creador en el arte, consciente  y audaz en su trabajo, honesto en la proyección y definición de su temática.

El talento que éste artista posee le hace desarrollar sus temas con espontaneidad y decisión de gran creatividad.

César Izquierdo.

Guillermo, Erwin (Guatemala, 1951)





Es uno de los máximos exponentes de la plástica contemporánea en Centroamérica, estando su trabajo íntimamente relacionado con las condiciones históricas y geográficas de la región, tanto por sus temas como por sus colores netamente tropicales.

Nació, vive y trabaja en la ciudad de Guatemala, estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de esa ciudad.

Ha expuesto su trabajo tanto dentro como fuera de su país natal, en lugares como Alemania, Londres, Taiwan, Nueva York, San Antonio Texas, México, El Salvador, Honduras, Panamá, República Dominicana, Ecuador y Brasil.

Ha recibido premios, reconocimientos y distinciones en las áreas de pintura, cartel y acuarela. En 1998 publicó un CD-ROM que contiene una recopilación de su obra artística a lo largo de sus 32 años de trabajo y que incluye más de 250 de sus obras y material bibliográfico.

Pintor, grabador y diseñador gráfico. Estudió en la ENAP (1966 al 1971).

Ha realizado exposiciones personales en la Galería Forum (Guatemala 1989), Sol del Río (Guatemala 1990), El Sereno y Macondo (Antigua Guatemala 1991) y El Laberinto (San Salvador 1992), y participando en muchas colectivas, dentro y fuera del país, como las del grupo Presencia Imaginaria- del cual es miembro, en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México (1988), así como en el Museum of Contemporany Hispanic Artes “Mocha”, de Nueva York (1989).

Es miembro, también, de la casa de la Estampa “Max Volleberg”. También ha participado en las Bienales de Sao Paulo (Brasil), San Juan Puerto Rico, Cali ( Colombia) y Cuenca (Ecuador) . Entre sus premios está un primer lugar en el Salón Nacional de la Acuarela, un tercero en pintura, en la II Bienal de Arte Paiz, y un segundo de pintura en la VI Bienal de la misma institución (1988)

De León, Zipacná (Guatemala 1948-2002)






 
Pintor y ceramista guatemalteco, nació en la Ciudad de Guatemala el 25 de julio de 1948 y murió, en esa misma ciudad, el 21 de enero de 2002. Hijo del escultor Adalberto de León Soto y de Fantina Rodríguez Padilla, Zipacná nació en el seno de una familia de larga tradición artística, entre los que se cuenta su hermano Iván de León Rodríguez. Fue una figura muy importante e influyente en el ámbito cultural de ese país no sólo como pintor y ceramista, sino también como personalidad, investigador y mecenas.
Habiendo iniciado sus estudios primarios en París (Francia), concluyó sus estudios académicos en Guatemala. Aunque autodidacta en Pintura, también realizó estudios formales. Se especializó en grabado con Lola Cueto y Carlos Jurado en México (1968-1971), y con Carlos Colombino en la Universidad de Costa Rica (1978). Estudió Arte Moderno y Museografía en el Centro Georges Pompidou (París, Francia) en 1979.

Zipacná tuvo una destacada participación en as actividades de la Casa de la Estampa Max Vollemberg y del grupo Trinovación. Cofundador de varias instituciones culturales, resalta su labor como coordinador del Programa Permanente de Arte Paiz (1978-1989) y la puesta en marcha de las Escuelas Regionales de Arte (1989) (Ministerio de Cultura y Deporte de Guatemala) y así como del Museo de Bellas Artes de Occidente Adalberto de León Soto.Por otra parte, además fue catedrático de la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla (1977-1996). En septiembre del 2000, le fue conferido el título de Ciudadano Distinguido de la Ciudad de Quetzaltenango.

En su haber tiene más de cuarenta exposiciones personales y múltiples colectivas dentro y fuera de Guatemala. Entre sus publicaciones se cuentan estudios sobre plástica guatemalteca y presentaciones de artistas nacionales y extranjeros.

Incansable viajero, también investigó el arte y la cultura alrededor del mundo en múltiples viajes de estudios (Egipto, Taiwán, Grecia, Suiza, Costa Rica, etcétera), lo cual enriqueció continuamente su visión del arte y la función de éste en la sociedad moderna.

Falleció el 20 de enero de 2002 en la Ciudad de Guatemala. Su íntimo amigo y también artista Erwin Guillermo fue designado heredero de su obra artística. Se ha dicho que ambos artistas fueron pareja sentimental.

Ixquiac Xicará, Rolando (Guatemala 1947)


En 1980, en plena guerra interna, este pintor -Guatemala, 1947-, presentó Ratas en la galería El Túnel, de la 17 Calle, Zona 1:  una exposición en la que sus grabados, óleos, acuarelas y pasteles, convertían a estos roedores en metáforas de la realidad política, centrada alrededor de obvios personajes de importancia del acontecer nacional de ese entonces. 

En esta muestra se aprecia el trazo, la delicadeza de los tonos y la composición que, sin embargo, enmascaran y suavizan la denuncia de un artista de carrera internacional.  Ixquiac Xicará realizó sus estudios en la ENAP de Guatemala y los prosiguió en París.  En 1974 presentó una exposición en el Centro Moscicky de Bruselas, Bélgica; en 1975 lo hizo en la Casa de América Latina de París; luego en Viena, Austria; y le fue concedida la Paleta de Oro del Festival de Cagnes-sur-mer, en 1979. 

Su obra, aparte de formar parte de colecciones privadas y públicas en varios países del mundo, también se ha expuesto en el Centro Cultural Francés de Abdija, Costa de Marfil; en la IV Bienal Americana de Grabado, Santiago, Chile; en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá, en la isla de Gore, Dakkar, en Senegal y Camerún; así como en Arte Maya Contemporáneo, en Noruega.  “Me expreso en arte, un lenguaje universal”, afirma.  Su estadía de varios años en África le permitió encontrar paralelismos transcontinentales con la realidad de Guatemala, la que sigue siendo importante en su obra, enriquecida con los aportes recogidos de otras culturas.


“Ratas-casi-hombres deambulando por un fantástico mundo de luz y color donde la razón de su existencia queda suspendida en el frágil equilibrio del miedo.  Son libres, sí, pero con una libertad ‘sorprendida’, una libertad en constante enfrentamiento con la muerte, una libertad tan peligrosa que a veces se torna agobiante, alienante y patética.  Es el testimonio de la vida áspera, violenta e irracional de nuestros días, la cual Xicará expresa con una fuerza extraordinaria sirviéndose de una técnica llena de flexibilidad y transparencia”, Pedro Pablo Álvarez Bonilla, ex embajador de República Dominicana en Guatemala.

Por León Aguilera Radford









martes, 30 de agosto de 2011

de Lamport, María Elena (Guatemala 1947-2,006)





María Elena de Lamport era pintora, escultora y fotógrafa guatemalteca. Estudió dibujo y cerámica en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala, y dibujo publicitario en la Escuela de Arte en Argentina; fotografía en el Smithsonian Institute, en Estados Unidos; Artes decorativas en el New York School of Interior Design; escultura en Corcoran School of Arts, también en Estados Unidos; y Bellas Artes en South-Western University of Arizona.

Lamport contaba con una larga trayectoria de exposiciones a nivel internacional, habiendo presentado su obra en Santa Bárbara, California; Chiapas, México; Washington DC, en la Galería del Fondo Monetario Internacional; en el Banco Interamericano de Desarrollo; y en el Corcoran Gallery of Arts, entre otras.




Sánchez, Magda Eunice (Guatemala 1946-2008)







Arquitecta egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala; pintora, acuarelisa, dibujante, ceramista, escultora, grabadora e ilustradora de libros, Magda Eunice Sánchez también realizó murales en edificios públicos y residencias privadas. Por sus logrós fue acreedora de importantes reconocimientos a nivel internacional.

También obtuvo el Glifo de Oro y fue reconocida en repetidas ocasiones en ediciones diferentes de la Bienal de Arte Paiz.

 En 1993 fue declarada artista del año por la Embajada de Estados Unidos y cinco años más tarde, también fue declarada artista del año por la Sociedad Dante Aligieri. La Universidad de Mayagüez, en Puerto Rico, le otorgó un diploma de Creatividad Femenina.

Su obra ha sido exhibida en Alemania, México, Francia, Estados Unidos, Ecuador, República Dominicana, China, Italia y España; además de formar parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno Carlos Mérida de Guatemala, el Museo de Arte Moderno de Guayaquil, Ecuador, y diversas colecciones privadas en distintos países del mundo.

La artista falleció a causa de un cáncer terminal.






Ramírez Amaya, Arnoldo (Guatemala 1944)






Su basta trayectoria artística lo llevó a exhibir su trabajo
en todo el continente americano y europeo. Desde 1968
en donde participó en el Festival de Arte Contemporáneo
de la Universidad de San Carlos, en 1969 la I Bienal de
Grabado en Lieja, Bélgica y la Galería DS. En 1971 la XI
Bienal de Sao Paulo, Brasil, La II Bienal de Grabado de
Medellín. En 1973 participa de la Moralización de la
Ciudad Universitaria en Guatemala. En 1974 expone en
las ciudades de Bruxelas, Bélgica y París Francia. En
1976 participa de la exposición de Gráfica
Latinoamericana en la galería San Diego, Bogotá,
Colombia y en la exposición Arte Guatemalteco en el
Museo Metropolitano de Miami, EUA.

El caso de Arnoldo Ramírez Amaya y su obra no
matérica desveló a uno de los mejores dibujantes del
período. En la década de los 70, y parte de la del 80,
realizó su más importante obra y desplegó una actividad
internacional de relevancia. Además de publicar,
siempre en ese momento, varios libros (sin contar sus
innumerables aportes en las revistas universitarias): "El
Cantar del Tecolote", "El Pájaro Sobreviviente", "Sobre la Libertad del
Dictador y sus Perros Fieles", "Palic Chirachic" y "Memorias de un
Aprendiz de Asesino."

Su referente básico, una crítica aguda a la sociedad de poder
guatemalteca, se expresó agudamente en innumerables retratos cercanos
a la caricatura en los cuales el diseño desempeñó un papel de primer
orden. Su influencia en las posteriores generaciones de dibujantes no
queda clara. Si en los años 60 y 70, principalmente, mantuvo una
actividad continua, a partir de finales de la década de los 80 y la siguiente,
su labor quedó relegada a la circulación de ciertas piezas raras entre las
que destacan principalmente grabados y algunas acuarelas que retoman
su temática gráfica de aves y otras zoomorfas.

En el año 2005, el cineasta Luis Urrutia realiza un revelador documental
sobre la vida de Arnoldo Ramírez Amaya, titulado “El Pájaro
Sobreviviente”, el cual presenta dentro del marco del Festival ICARO. En
el mismo resume algunos rasgos característicos del quehacer diario de
este autor, a través de fragmentos de éste, y entrevistas realizadas a
múltiples personalidades relacionadas con este enigmático creador.

Fuente: Galería El Attico.








Pérez, Miguel Angel (Guatemala 1943)





La paleta de Miguel Ángel Pérez tiene un pozo de luz que guarda dentro la mar cromática puesta a la disposición de sus criaturas serenas, gráciles y extrañas. Son pinturas de mujeres con un sello propio, el de su creador, que se sitúan en un espacio muy valioso dentro de la plástica nacional.


Nos encontramos ante un pintor que se halla en su punto alto de madurez creativa, que ha ido avanzando de manera devota, en silencio y con humildad, pero con tesón y vigor, a lo largo de varios años. No es un artista obsesionado por un tema durante algún tiempo, sino un maestro que ha demostrado que lo suyo es tarea seria y prolongada. Su interés por dibujar la figura femenina estilizada dejó de ser, hace ya más de 20 años, un ejercicio pictórico y se convirtió en una marca particular.

En la historia de la pintura universal se tiene imágenes de la mujer caníbal (las de Tupinambás, por ejemplo); imágenes de la mujer envuelta en llamas, de matronas amazonas; mujeres negras asociadas al erotismo; a las pálidas del periodo romántico o a las vigorosas gordas de Rubens. En su tiempo, pintores como Goya retrataron a mujeres de una burguesía incipiente, también del pueblo y de su propia familia; en otros periodos anteriores, los pintores se aficionaban al trazo de reinas y de damas nobles; el tema ha sido tratado desde tiempos remotos.

Miguel Ángel Pérez (Jutiapa, 1943) tiene toda una cosecha de mujeres gráciles, afables, cuyos ojos abiertos o cerrados pueblan el rostro. A un trazo suyo, la tinta corre, viaja cual mecha encendida por el cuadro hasta inflamar con fuego las mejillas. Sus mujeres tienen y no tienen maquillaje alguno: pueden portar atavíos tales como joyas en el cuello o las manos, pero éstas no llegan a constituirse en una sintomatología de la belleza ideal, tampoco se ubican en un mundo para el contrapeso de género, sino, sencillamente, son el saber hacer del pintor liberado de los dogmas sicológicos y sociales.

Cada mujer de Miguel Ángel Pérez mora dentro de ciertas leyes geométricas, pero sin pertenecer a los cánones cubistas, tampoco a los realistas. Sus cuadros se inscriben dentro de las leyes de su propio estilo, dotado éste de iluminación tonal y de una personal rúbrica que les da sencillez e inocencia, pero también un carácter sereno que se expande por todos los rincones del cuadro.

Les engendra una mirada afable, ojos grandes, cabellos abundantes, manos y dedos finos; cuellos largos, todo sugiere que se está en el altivo reino de la gacela: el sello Pérez es inconfundible.
Cada país tiene sus pintores académicos, abstractos y experimentales: la huella que va quedando en los costados de una nación es ancha y variada. Miguel Ángel Pérez es de los que trabaja en solitario, con una solidez inquebrantable; hace un trabajo de constructor empeñado en levantar su catedral esparcida en cientos de lugares, no precisamente con columnas y bóvedas, sino con figuras femeninas cuyo esplendor está concentrado en cada una de ellas, que suman miles y arman un árbol genealógico.

Desde sus primeras exposiciones, en los ochenta, fue bien recibido por las galerías y por la crítica. La prueba de fuego vino con los años, en los que ha logrado imponer su decisión; hace bastante rato dio el paso de aficionado a maestro. Su obra trasciende por una singular exploración de sus figuras femeninas, y tal exploración es sencillamente monumental: es una totalidad de unidad inmaterial creada con pasión, tenacidad y disciplina.

De él han escrito

“La frescura que emana de sus cuadros, la honestidad de su gesto, la variedad de sus composiciones, la paleta que recoge su gama cromática nos invita a recoger con ojo y corazón un Vía coloris de un apóstol de la pintura”. (Tasso Hadjidodou)
“Miguel Ángel Pérez expuso su obra por primera vez en galería El Túnel, y con mucha fuerza creadora, su pintura ha tomado un espacio en el arte nacional, siendo ésta muy expresiva y agradable a la vista”. (Íngrid Klüssmann).
“La seriedad asombrosa con que Miguel Ángel Pérez trabaja sus obras, denota una rara sensibilidad en el uso del área, con una sutil fuerza del color, textura y un gran asentido compositivo. Sus figuras surgen del magnífico empleo de sus pigmentos, con gran desenvoltura en el color que armoniza con blanco, retoma sus valores pictóricos sin artificios, con claridad y manteniendo una composición estética con las diferentes técnicas que domina y nos hace sentir la frescura que satisface la sensibilidad de todo espectador”. (Zipacná de León)
“La obra pictórica de Miguel Ángel Pérez posee características personales e inconfundibles: las forma de empleo del color, el empaste y la distribución de la figura sobre el formato han constituido, en cada una de sus creaciones, una personalidad singular. Sus estudios, efectuados en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en los años sesenta, le incluyen dentro de una generación artística de mucha fuerza expresiva. Miguel Ángel Pérez consigue su propio distintivo en la recreación de sus sujetos”. (Guillermo Monsanto)
“Hay un pájaro que nace en el ombligo de los manantiales, su canto es de siete colores; cuando un arco iris extiende su cola por el cielo, es señal de que el pájaro está cantando. Nuestros abuelos dicen que cuando alguien ve el ave, ésta le regala el secreto de los colores. Miguel Ángel Pérez es uno de los privilegiados. Sus cuadros son musicales; en la serie de muchachas de cuello alargado casi podemos escuchar esa tonada, delgados hilos de cantos que sólo alcanzamos a apreciar en las pinceladas del pintor”. (Humberto Ak’abal)
“Apoyándose en una florida imaginación creativa, Miguel Ángel Pérez expresa sus propias emociones, adentrándose en varias disciplinas, tratando así de crear en su obra el mayor nivel de excelencia y reafirmando siempre sus más auténticos valores pictóricos”. (Luis Ortíz)

El artista
Miguel Ángel Pérez (Jutiapa, 1943), estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Premios y diplomas en el IX Salón Nacional de la Acuarela y el Certamen 15 de Septiembre.
Llevaba seis exposiciones cuando Juan B. Juárez lo invitó, a finales de los años 80, a integrarse en el grupo Propuestas Alternativas, donde participaban, entre otros, Juan Francisco Yoc, Guillermo Maldonado, Jorge Félix, Doniel Espinoza, Mauro Osorio y Francisco Auyón.

Zipacná de León vio en él a un gran artista y lo estimuló a crear abstractos. Su primera exposición en ese estilo fue en galería El Túnel (1989), cuando fue invitado por Íngrid Klüssmann.
A partir de entonces vinieron múltiples muestras en la misma galería y otras como el Patronato de Bellas Artes, Fórum, El Áttico. En el extranjero, ha expuesto en Café de la Palma, Madrid.
Colectivamente ha expuesto en más de 105 establecimientos y galerías de arte de Guatemala, El Salvador, Estados Unidos y Panamá.

A la fecha ha sido invitado a participar 18 veces en Juannio y 12 en Club Rotario.
En el 2007 fue homenajeado por la Casa de la Cultura de Jutiapa, su tierra natal.













Cabrera, Roberto (Guatemala 1937)




El recientemente fallecido periodista y poeta polaco Ryszard Kapuscinsky decía, refiriéndose a la literatura, que la más auténtica es la que sabe narrar, no a través de la pura invención y ficción, sino a través de los hechos directos, de las personas y las cosas, de esas transformaciones desquiciadas y vertiginosas que impiden atrapar el mundo en su totalidad y ofrecernos su síntesis, permitiéndole únicamente al poeta, como un reportero en el caos de la batalla, atrapar unos cuantos fragmentos. En otras palabras, escribir en nuestros días significa decir lo que se ve, hablar de la realidad tal y como es, no “ficcionar” porque, definitivamente, la realidad supera a la ficción.

Pienso que la producción artística de Roberto Cabrera hace suya la afirmación de Kapuscinky, en tanto ha intentado recoger en sus dibujos, cuadros-objeto, grabados, collages, ensambles, objetos esculturados, escultopinturas, e instalaciones, la esquizofrénica y violenta realidad histórica de su país de origen, Guatemala, y en general de América Latina y del mal denominado Tercer Mundo, utilizando las técnicas formales de lo más avanzado de las vanguardias y transvanguardias de los países centrales o hegémonicos. Todo a partir de la investigación de campo antropológica y socioculural, del estudio como autodidacta y de la experimentación formal para apropiarse de los lenguajes de los productores de las metrópolis y reconfigurarlos en una temática donde los sectores populares son los protagonistas principales y las víctimas.

Como el mismo Roberto lo expresara en su Autorretrato integrado al célebre texto de Lionel Méndez Dávila (Roberto Cabrera, su producción artística, aproximaciones a la teoría de la dependencia y posibilidad de una estética en su contexto, Guatemala, 1976): El arte es, desde luego, una estructura compuesta de elementos contradictorios. Pero esa estructura está dentro de otra estructura mayor. Ser realista en el arte, o en cualquier manifestación práctica dentro de esa estructura de estrucuras, es lo que en mi trabajo trato de alcanzar. De esa manera, los rostros indígenas y ladinos, torturados, asesinados, desaparecidos o violentamente expuestos en las páginas rojas de diarios y telenoticiarios, deambulan y se mezclan con rótulos de tiendas, carteles populares, anuncios, arreglo de altares, adorno de muertos, equipajes, vestuarios, gestos y objetos de plazas, mercados, bares y pulperías; o entre objetos e imágenes procedentes de las culturas dominantes o hegémonicas.

Esa producción ha estado acompañada siempre por la búsqueda histórica, antropológica y etnográfica (“etnointerpretativa” como la llama él mismo) de los mitos fundacionales de Mesoamérica en colisión con la modernidad impuesta, para darle soporte conceptual, ya no solo a las mismas producciones, sino a la identidad de sus interlocutores, y lo que es mejor, a la del propio productor. Porque Roberto Cabrera hace de su trabajo visual una intensa búsqueda de sí mismo en una realidad abruptamente dividida por las contradicciones de su pasado histórico y de un presente confuso donde una supuesta posmodernidad se muerde la cola en países dependientes y no realizados desde el mismo punto de partida de la modernidad, con profundas asimetrías y violentas diferencias que no permiten, al parecer, la consolidación de un proyecto que aglutine la diversidad en la unidad y viceversa.

Así, muchas de las series que ha pintado (Personajes del solsticio, Personajes del Chilam Balam, Serie Popolh Vuh, Serie Maximón) van de la cultura popular al desciframiento de los mitos encerrados en los libros míticos (Chilám Balam, Popol Vuh, o Poh Wu, como pronuncian los lingüistas contemporáneos) y, especialmente, todo el ritual y la cosmovisión que se desarrollan alrededor de las estructuras y cofradías de los ritos frutales del Maximón de Santiago de Atitlán y de otras comunidades guatemaltecas, así como del San Simón apropiado por la cultura “ladina”. De allí pasa a las series que reflejaban la situación social, principalmente urbana, en la Guatemala de finales de los setenta (Serie Génesis, Transfiguración XV-XX, Serie El Muro, Personajes de Tierra Caliente, Personajes Cotidianos, etc.) que lo ubican dentro del arte documento o testimonial. Hoy, retomando, esa larga experiencia de búsqueda y aprendizaje, luego de su regreso a Guatemala tras una larga estadía en Costa Rica, continúa interviniendo la realidad con una perspectiva mucho más madura, pero siempre dentro de las grandes coordenadas que han delineado su producción estética.

Quiroa, Marco Augusto (Guatemala 1937-2004)






Artista considerado como un referente obligado de la cultura guatemalteca con-
temporánea.

   Nació en la población de Chicacao, Departamento de Suchitepéquez el 7 de mayo
de 1937, hijo de Benigno Quiroa y Eugenia Motta.

   En 1950 se trasladó a la Ciudad Capital, en plena época revolucionaria.  Vivió
su niñez en varias localidades del país: Camotán, Chiquimula; Joyabaj, El Quiché;
Cubulco, Baja Verapaz; y Santa Bárbara, Suchitepéquez.

   Esta vivencia marcó sus obras de una conciencia política de denuncia, a la
cual guardó fidelidad absoluta.

   Inició sus estudios de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de Guatemala
en el año de 1953 y los terminó en 1960, año en el que junto a Elmar René Rojas y
Roberto Cabrera, funda el grupo Vértebra.
  
   Desde los tiempos de estudiante y al inicio de su vida profesional como pintor,
fue un figurativista que va del expresionismo de recreación latinoamericana a un
tipo de realismo social.

   En su primera fase se dedicó a la pintura expresionista, pero después de su es
tancia en la Capital de México, optó por la pintura abstracta de la que fue un fi
el exponente.

   Su obra ha sido exhibida en la Escuela de Artes Plásticas, en la Facultad de
Humanidades, en la Universidad Popular, en el Instituto Guatemalteco Americano,
IGA, y en la Galería Chapultepec de México. 

   Con éxito participó en la primera Bienal Interamericana del vecino país azteca
y en la Bienal de París.

   En 1956 obtuvo el segundo premio en el Concurso Centroamericano.  En 1957 obtu
vo el tercer premio en esta misma justa artística.  En 1958 se hizo acreedor al
primer premio de dibujo en el Certamen Nacional Rodríguez Padilla, y en 1959 ganó
el primer premio de grabado en el Certamen Rafael Yela Günther. 

   En el año de 1961 le fue otorgado el primer premio en el Concurso Centroameri-
cano que tuvo lugar en la Capital Salvadoreña.

   El 15 de septiembre de 1963 fue declarado “hijo ilustre” de Chicacao en cálido
homenaje que le tributó el pueblo donde nació.

   En la plástica realizó más de 40 exposiciones personales y participó en mas de
200 muestras colectivas.  Entres sus obras pictóricas destacan "Gallo giro", "Mi-
cifuz" y "Muchacha con palomas".

   En la década de los ochenta surge con vigor inusitado su faceta literaria, con
la cual se presenta a sus lectores “con ojos y corazón de niño, pero con sorna de
gato viejo”, en alusión a un apodo que el maestro se ganó a pulso por su carácter
enamoradizo.

   Entre sus obras literarias destacan “Semana menor” (1984), el Colectivo Litera
rio “La rial academia” (1984), “Gato viejo” (1989), “Recetas para escribir un
cuento” (1996) y “Doña Mazacuata” (1998).

   En la última etapa de su vida, fue columnista de varios medios de comunicación
escrita.  En el 2004 alcanzó la diputación al Congreso de la República de Guatema
la, por el Departamento de Suchitepéquez.

   Falleció el 31 de octubre de 2004, víctima de un tumor de garganta.

Abularach, Rodolfo (Guatemala 1933)




Perteneciente a una brillante generación de artistas nacionales (Luis Díaz, Ramón Banús, Roberto Cabrera, Margarita Azurdia, entre otros), Abularach estudió en Pasadena en 1953, en California y más tarde en México. De 1954 a 1957 estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Ciudad de Guatemala mientras que realizaba investigaciones sobre el arte folclórico para la Dirección de Bellas Artes, pero es virtualmente autodidacta y en sus comienzos fue dibujante y pintor de escenas de corridas de toros.

Abularach partió en 1959 con una beca de estudios del gobierno de Guatemala a Nueva York, ciudad en la que decidió radicarse y desde donde ha realizado lo más relevante de su producción plástica. Estudió en Arts Students League y Graphic Art Center.

El realismo, en la obra de Rodolfo Abularach, constituye una auténtica experiencia humana y una manera de manifestar su yo interior. Sus concepciones básicas son testimonios que ilustran la realidad tangible del ser humano. Las obras de Abularach atravesaron una profunda transformación cuando intentó juntar los elementos del arte abstracto y del surrealismo y experimentó con texturas, como por ejemplo en dibujos sombreados hechos en lapicera y tinta, tales como "Fugitive from a Maya Lintel". Se hizo famoso a escala internacional debido a sus imágenes aumentadas del ojo humano.

En su visión de conjunto subyacen energías creadoras, que surgen como símbolo e imagen, que justifican la fe del autor por crear un orden puro y supremo. Excelente dibujante y grabador, en sus obras coinciden la técnica más firme y rigurosa cuyo oficio está al servicio de su creación. En estas últimas surge una imaginación "barroca" y un tanto agresiva. En la etapa de los "Ojos" en donde cada elemento, cada línea de gran precisión y de gran pureza de contenido crean un sentido de rara voluptuosidad y espiritualidad.

En la obra de Abularach emerge una técnica que nunca es un fin en sí misma. La creación por ciclos es una característica de este pintor. Entendemos por ello que su arte va evolucionando apoyándose en la excelente técnica de estos períodos que exponen los problemas de la vida con objetividad, como fuente y destino a un mismo tiempo Abularach basa su pintura en cierta grandeza conceptual, la basa también en la categoría de lo plástico, de la técnica, y en lo ceñido de la factura, sin que el acabado se acerque a lo objetivo como fin. Crea un realismo subjetivo y fantasmal, sobre todo en el tratamiento de la luz y sus misteriosas entonaciones. En la serie de los "Ojos" por metafísica que sea su mitología, bien sabemos que, como todas las mitologías, en ellas siempre late un poderoso sentimiento humano.

En toda su obra todo puede ser y parecer, aunque bajo la contundencia de esa realidad translúcida se puede esconder una gran dosis de lo enigmático, de lo que no se puede explicar ni decir. La serie "Los volcanes", están exentos de la presencia del hombre; aquí todo es real y todo es irreal a un tiempo en estas pinturas intrigantes. El colorido domina tanto como en la textura. Rodolfo Abularach no trata de tematizar la representación en su aspecto simbólico. De ahí que lo que este pintor representa trascienda un fuerte aliento espiritual y a la vez natural. Abularach es el gran maestro del grabado, un dominador preciso de la línea y de la técnica. Su reconocimiento como tal no se hizo esperar.

Rodolfo Abularach es un intelectual y, a la vez, un orfebre preciso y seguro que se manifiesta a través de la acción de la línea, de su limpio y a veces complicado recorrido; sabe que la línea es una de las expresiones más valederas de la energía plástica y humana. La libertad del movimiento lineal siempre va unida al control mental con que Abularach la desarrolla, con impresionante seguridad en el espacio.

El orden expresivo y el orden constructivo se hacen patentes en el gesto dinámico de este pintor. En sus últimas obras, divide los espacios del espectáculo en formas comunicantes a través de desenfoques misteriosos. Así el pintor enlaza imágenes fantasmagóricas a una especie de rigor escenográfico, jugando con una intención psicológica.


Sisay, Juan Manuel (Guatemala, 1920-1989)



Juan Sisay nació en 1920 en Santiago Atitlán y murió asesinado en 1989. Nunca pudo ir a la escuela por ser huérfano, tuvo que trabajar desde muy joven en el campo. A los 27 años comienza a interesarse en la pintura. Su primera obra fue realizada en acuarela sobre cartulina.

Es considerado por muchos como el precursor de la pintura de la región del Lago de Atitlán. Pero en realidad, empezó a pintar aproximadamente en 1950, es decir porsteriormente al pedrano Rafael González y González quien ya en 1929 había hecho su primer cuadro.

La obra de Juan Sisay, es difícl de caracterizar por la irregularidad de la calidad. Esta falta de unidad estética se explica en parte por la ayuda muy activa que le brindaron dos ayudantes, Manuel Reanda y Manuesl Chávez. Es muy posible que la intervensón de estos ayudantes en la realización de sus obras haya modificado ciertos elementos pictóricos. Algunas de sus pinturas de la primera época, presentan por ejemplo, extrañas proporciones de la figura humana. Estos fallos hacen que las realizaciones de los años cincuenta resulten elementales. En los cuadros posteriores (año 1965 en adelante), los que pertenecen al llamado "El Taller de Sisay", se respentan más las proporciones; los rostros de los personajes están finamente realizados y los movimientos son más flexibles.






Franco, Juan Antonio (Guatemala 1,920-1,994)




Nació en la ciudad de Guatemala.  En 1963 abandonó sus estudios en la Escuela Nacional de Agricultura e ingresó a la entonces denominada Academia de Bellas Artes en la cual estudió hasta 1941. Sus maestros fueron Rafael Yela Ghünter, Ovidio Rodas Corzo, Enrique Acuña y Antonio Tejada. De 1940 a 1942 fue miembro del grup "Acento"de la llamada generación del 40. En 1942 viajó a México con el propósito de aprender la técnica de la pintura mural fresco. Ingresó a la escuela de pintura y escultura La Esmeralda, de la Secretaría de Educación Pública. Sus maestros fueron María Izquierdo, Alfredo Zalce, Santos Balmori, Picazo y Frida Kahlo. De 1943 a 1945 logró trabajar como ayudante del pintro mexicano Diego Rivera en la realización de murales al fresco en el Palacio Nacional. Perteneció al taller de Gráfica Popular, donde hizo algunos grabados bajo la tutela de Leopoldo Méndez y Pablo O´Higgins.

En 1947 formó parte del equipo de ayudantes del pintor José Clemente Orozco en la realización del mural al ai¿íre libre sobre concretos en el auditorio "Auro Aguirre" de la Escuela Normal para maestros del Distrito Federal.

De 1948 a 1950 fué miembro del grupo "Sakerti". En 1949 , por encargo del presidente Juan José Arévalo, pintó dos murales al frescoen la Escuela Federación de Mixco.  En 1950 viajó a Italia por una beca que ganó en un concurso. En Florencia realizó investigaciones sobre restauración de obras de arte en la galería Uffizi y la Academia Brera. En 1952 y parte de 1953 participó en el concurso Mosaico de Ravena, en el Centro Artesanal Italiano, dirigido por Gino Sverini.

Grajeda Mena, Guillermo (Guatemala 1,918-1,995)








Nació en Guatemala el 1o. de octubre de 1918 y muere en la misma ciudad el 5 de junio de 1995.

Escultor, pintor, dibujante, grabador y caricaturista. Estudió, a partir de 1936, en la Academia Nacional de Bellas Artes, donde posteriormente impartí la cátedra de escultura. Fue discípulo de Rafael Yela Günther y del vitralista Julio Urruela Vásquez. Cofundador, junto a Dagoberto Vásquez y Manuel Alvarado Rubio, de la Asociación de Profesores y Estudiantes de Bellas Artes (APEBA) en 1941. Entre 1945 y 1948 viajó a Chile, gracias a una beca otorgada por el gobierno de Guatemala para estudiar fundición de bronce y talla directa.

Cronológicamente se le ubica dentro de la generación del cuarenta, conocidos como artistas revolucionarios, que aglutinaba a los más representativos artistas plásticas, músicos e intelectuales de la época. Durante este lapso realizó su obra pública más conocida, el relieve en concreto "La Conquista" en el muro occidental del Palacio Municipal, en el Centro Cívico de la ciudad de Guatemala.

Entre 1959 y 1968 fue miembro del Consejo Directivo del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, de la Academias de Historia de Costa Rica, España y en Honduras de la Academia de Geografía e Historia. Realizó múltiples publicaciones con tratados de Artes Plásticas, Arqueología y Etnología. Director del Museo Nacional de Historia y Bellas Artes, hoy Museo Nacional de Arte Moderno "Carlos Mérida".

Su talento fue reconocido en múltiples ocasiones y entre algunos premios se pueden mencionar el primero y tercer premio de los IV Juegos Olímpicos Centroamericanos y del Caribe, en la rama de Escultura; primer premio del Certamen Nacional de Ciencias y Letras; segundo premio del Concurso de APEBA, Bellas Artes.

Abascal, Valentín (Guatemala 1908 - 1981)


Nació en Siquinalá, Escuintla, el 6 de julio de 1908.

Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Quetzaltenango y en la Academia Nacional de Bellas Artes, hoy Escuela Nacional de Artes Plásticas. Uno de sus más importantes maestros fue Humberto Garavito, de donde heredó su gusto por el paisajismo, el cual cultivó particularmente. En 1945, partió hacia México con una beca otorgada por el gobierno de Guatemala. De su estancia en aquel país no se pudieron localizar datos concretos.

Inicialmente este artista se identificó con la producción naturalista guatemalteca. Empastaba sus lienzos creando ricas texturas simétricas para recrear su temática. Indagó posteriormente las técnicas geométricas y constructivistas, lo que lo hizo destacar como uno de los pintores vanguardistas en las décadas de mil novecientos treinta y cuarenta.

Por aquellos años expuso en las principales instituciones difusazas del arte en Guatemala. Entre algunas de sus exhibiciones se pueden contabilizar las realizadas en Oficina Moderna. Club Guatemala y la Escuela Nacional de Artes Plásticas. El Salvador, Panamá, México, Colombia, Estados Unidos de Norteamérica, España y Rusia, fueron algunos de los países en los que tupo oportunidad de mostrar su trabajo, ya fuera de forma individua o colectiva.

Su labor artística fue reconocida en múltiples ocasiones, prueba de ello es el Segundo Premio en el Certamen Nacional de Pintura en 1931. Al año siguiente conquistaría el Primer Premio en el mismo certamen, el cual repetiría en 1945. Algunos años antes, en 1942, ganaría el Gran Premio del Certamen Nacional y en 1943 el Primer Premio Centroamericano de Pintura.

De su labor docente documentada, se encuentra que impartió la clase de Dibujo al Natural del Primer Curso, en el año de 1947, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.